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Yoga y salud

Debía tener diez años cuando me topé con una anotación sobre el yoga en una enciclopedia para niños que mis padres me habían regalado. A partir de entonces, y durante varios años, cada vez que leía o escuchaba la palabra “yoga”, mi atención se agudizaba. Algo me decía que en él encontraría un camino para recorrer.

Acababa de graduarme de la facultad de medicina cuando comencé a practicar bajo la orientación de Mauricio, un yogui – chamán que vivía en las afueras de mi ciudad. A partir de un encuentro fortuito, entablamos una estrecha amistad, y bajo su guía me asomé por primera vez al fascinante y vasto corpus de conocimiento del yoga con la expectativa, ingenua tal vez, de que encontraría en él respuestas a las preguntas fundamentales que me hacía en ese momento de mi vida. A decir verdad, terminé absorbido por el reto que suponía enfrentarme al aprendizaje y a la práctica de las posturas y de los ejercicios de respiración y mis primeras experiencias con la meditación me sorprendieron por su misteriosa simpleza. No había encontrado respuestas, pero mis preguntas empezaron a cambiar.



Cuando me especializaba en medicina del deporte y en acupuntura, sin proponérmelo de nuevo, conocí a Baptiste, un francés que recorría el mundo aprendiendo y enseñando lo que se conoce como Ashtanga Yoga pero que él insistía en llamarYoga Korunta. Con la guía y la amistad que Baptiste me brindó, descubrí que el entrenamiento físico de los asanas podía ser mucho más intenso y dinámico de lo que había experimentadohasta entonces. Según él y su amigo yogui Danny- ambos hacían parte de un círculo de yoguis trashumantes sin afiliación aescuela o a guru- las prácticas físicas del yoga tenían, como fin ulterior, preparar el cuerpo para la quietud que exige la meditación formal. Habiendo asimilado estos nuevos conceptos en mi práctica, empecé a ver el yoga como un sistema de entrenamiento físico sofisticado y con mucho potencial para aplicarse tanto en el campo de la metodología del entrenamiento físico que se utiliza hasta hoy en deporte, como en el ejercicio terapéutico que se le prescribe a los pacientes crónicos,

A medida que concluía mis estudios y empezaba a desarrollar mi práctica médica empecé a familiarizarme con las publicaciones de estudios científicos, cada vez más numerosos, que han terminado por respaldar la incursión del yoga en los sistemas de salud tanto en autocuidado y promoción de la salud, como en prevención y tratamiento de diversas condiciones. Clasificada entre las técnicas o terapéuticas “mente cuerpo”, el yoga ha sido estudiada con interés inusitado, no solamente en sus aspectos relacionados con el ejercicio físico aplicado a la salud y al deporte, sino en sus componentes de respiración y meditación.



Hoy, sin dejar de ser el vehículo principal para conocerme mejor y llevar una vida “examinada”, el yoga es también para mi una herramienta para servirle mejor a mis pacientes. Me siento honrado por la responsabilidad de acompañar el Módulo de Yoga & Salud de Purnayoga. Mi propósito es compartir mi experiencia como aprendiz de yoga y como médico que ha trabajado con pacientes utilizando las técnicas del yoga desde una perspectiva integrada a la medicina convencional.

Mauricio Eraso


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